viernes, 13 de enero de 2012

Cuatro meses, toda una vida.

   Pero le amaba, y ya no podía vivir sin él... Habían sido tantos los momentos, tantas ilusiones juntas en tan poquísimo tiempo, que a la vez parecía haber sido tanto. Todo el cariño que le había faltado en sus dieciséis años de vida, se lo habían dado, ya no necesitaba nada más que compartir su vida con él, quizás es que ese chico conseguía que no hubiera problemas en su mente, que se sintiera amada, que sintiera tantas cosas a la vez que muchas veces no sabía por donde empezar, que fuera ella misma con él, que nunca más quisiera conocer otro hombre, que se imaginara viviendo con él, comiendo con él todos los días, cenando, desayunando, despertándose y que lo primero que viera fuese esa cara, esa chica podría prescindir de cualquier persona si él se lo pidiera, podría vivir únicamente con su compañía, su única necesidad, su única razón de ser.




Que notara esa conexión que les unía, porque como bien siempre se decían: "Ay cariño, lo nuestro no es como lo de los demás".

No hay comentarios:

Publicar un comentario