Ésto es así de sencillo.

La felicidad depende totalmente de ti. Ya que tú actúas ante las situaciones, que serán mejores o peores, pero luego la que tiene que poner los puntos sobre las íes, eres y serás solo TÚ. Así que por favor, cambia tu manera de ver las cosas, aprende que lo bueno viene en frascos pequeños y que no hay que buscar algo para encontrarlo.

¿Rectificar?

Pídelo, o mejor decide que se hará realidad. Si realmente piensas que es posible y que se te concederá, entonces se te concederá, pero si dejas que la duda se apodere de ti... Te diré algo más: los buenos y hermosos deseos provienen de la parte más elevada de tu interior. Y si se pone un deseo en ti es porque tienes la capacidad de realizarlo. Pero para lograrlo necesitas de tu confianza, certeza y seguridad. Que superarse es fácil, lo dificil es volver atrás.

Time after time.



No soporto el tópico de voy a estar para siempre.

Que puedes, que puedes, que puedes, que puedes...

Oye, ¡qué no te precupes! ¡Qué es pasajero lo que sientes, los problemas se superan y está más que cantado! Si tuviera que darle lecciones de como vivir a una persona, le recomedaría, sin dudarlo, que fuera siempre con una actitud positiva, así es realmente como te van a salir las cosas, hay que desear las cosas pase lo que pase, porque si se desea algo, se va a cumplir, pero si en cambio te empiezas a convencer de que no vas a lograr tu deseo, que no puedes, que no puedes, que no puedes, que no puedes... te lo vas a acabar creyendo. Hay que empezar a ser felices.

Nunca, nunca voy a decir nunca jamás.

Vi-viendo la vida.

- ¿Te puedo hacer una pregunta?
- Sí.
- ¿Ves la vida, o vives la vida?
- Ummm...
- Porque creo que en el fondo hacemos las dos cosas. Tenemos momentos en que vivimos la vida como nada, tenemos aspiraciones y deseos, que hacemos todo lo que sea para llegar aunque sea solo a estar cerca de ellos, nos reímos en todo momento y no nos importa el resultado, solo el presente y lo que puedas hacer entonces; y hay momentos en que simplemente no estás, no vives tu día a día, actuas por actuar y casi ni te das cuenta de las cosas que dices y haces, son momentos tristes en los que generalmente no te apetece más que estar mal, ya que o no has conseguido lo que quieres o lo has conseguido, pero mal. Y cuando de verdad te das cuenta de que algo va mal, es cuando aceptas que realmente has fracasado, pero que aqui no se acaba todo, si no que tienes que tirar para adelante, que tienes que llegar de nuevo al otro tipo de momento, porque es un muy bonito decir que hay que buscar las cosas hasta conseguirlas, pero lo que de verdad no se dice es que las cosas que realmente quieres, no se encuentran hasta que dejas de buscarlas.

no busques,encontrarás.

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Y te indignas… ¿sabes por qué? Por que quiere y no quiere; porque hoy sí, mañana no.
Sientes que nadie te entiende, que todo se vuelve en tu contra y que todo te agobia.
Pagas con la gente que más quieres lo que sientes, y ni siquiera sientes las gilipolleces que dices. -No necesito nada, déjame enserio.- 
Te prometes sonreír.
Tratas de seguir, hasta que pasas.
Es duro despertar obsesionada en que nada cambia, que todo lo que hagas acabará en fracaso.
Da miedo avanzar, crecer, sufrir..
Que nada es para siempre, que todo se gasta.
Hablas contigo misma y te dices: REACCIONA.
Te propones demasiadas metas, pero nada cambia, nada funciona, todo sigue igual.
Te preguntas cosas tontas... ¿Cuál es mi lugar? ¿A dónde voy? ¿Qué coño estoy haciendo?
Pasan los años y comprendes que lo único que se larga y no vuelve nunca es el tiempo.
Quieres cambiar tu forma de ver la vida, actuar de otra manera... con otro parecer.
¿Un consejo? Pase lo que pase... jamás dudes.
Cada vez hay menos tiempo.

Entiéndelo.

-¿Comprendes lo que quiero decir?

-Sí, creo que te entiendo. Te refieres a esa sensación... de cuando te levantas por la mañana y parece que todo va bien, pero siempre pasa algo que lo fastidia; y sientes que no estás donde tienes que estar, te sientes como en una nube en plena tormenta, no sabes bien como actuar y cuando por fin te decides, terminas por cagarla completamente, y aunque intentas solucionarlo con todas tus fuerzas, acabas por rendirte, ya que lo ves todo muy ridículo, y te entran ganas de mandar todo a la mierda y ser borde con la gente, y hacer lo que te de la gana, piensas "¡qué más dará!, me estoy matando por llevar todo bien y estar estupendamente con todo el mundo, ¿para qué? PARA NADA". Pero luego vuelve a llegar algo que te hace sentirte bien, aunque sea por un pequeño período de tiempo... y se vuelve a repetir todo.

-Sí, creo que me has entendido.

-Odio esa puta sensación.